Filomena Marturano carta de triunfo
August 17, 2019DESDE MI LUNETA por Carlos Navedo
Cuando Robert Weber Federico, decidió a estrenar “Filomena Marturano”, en su Gramercy Arts Theater, sabía que tenía una carta de triunfo entre sus manos. Pero faltaba algo muy importante, los derechos de la pieza del italiano Eduardo De Filippo, que poseía la fundación romana. Al fin llegaron, y se hizo realidad el sueño de Federico: el estrenar en Repertorio Español este clásico del teatro y el cine.
El compaginar los muchos elementos, que contenía este monumental texto resultaba algo difícil, pero los obstáculos si hubo algunos fueron superados para llegar a la producción que hoy se presenta en el escenario de Repertorio.
La adaptación y traducción de Leyma López, Rafael Sánchez y Robert Weber Federico son magistrales y difíciles de ser superadas, combinando un diseño de producción de primera línea, al unísono con luces y sonido.
La historia es conocida de muchos, aunque algunos ignoran que antes que Sophia Loren y Marcello Mastroianni, imprimieran sus actuaciones en el filme de Vittorio De Sica, “Matrimonio a la italiana”, (1964), ya una actriz argentina había hecho una versión cinematográfica en 1950, de título “Filomena Marturano”, y la cual hizo su sello de presentación en la escena bonaerense durante muchos años: Tita Merello. También el propio De Filippo, un año más tarde hizo su versión de cine con su hermana Titina De Filippo, para quien había sido escrita la pieza. Muchas actrices encarnaron este personaje en su natal Italia, y en otras latitudes: Concha Velasco, Bettina Blum, China Zorrilla, Velia Martínez y las británicas Joan Plowright y Judi Dench. Broadway no podría ser menos y en 1956 en Lyceum Theatre la presentó bajo el título “The Best House in Naples” o “Filumena”, con la actriz mexicana Katy Jurado.
LA HISTORIA
Próxima a morirse, Filomena desea casarse con el hombre que quiso toda su vida, Domingo Soriano en articulo mortis. Viudo y con una relación de 25 años, en ese tiempo nacen 3 hijos de los cuales solo uno es hijo de Domingo. Al ser embaucado por Rosalía, un sacerdote y la propia Filomena, él descubre la verdad y se da cuenta de que todo resultó ser una farsa y ahí da comienzo la trama de esta monumental comedia. Todo va sucediendo a pasos lentos pero muy precisos y donde Domingo Soriano al saber de los tres hijos desea desvelar cúal de ellos es el suyo.
“La familia no se vende”, es el sello de presentación de Filomena Marturano a lo largo de la representación y donde ella muestra en todo momento la dureza de una mujer que batalla por ser reconocida casi toda una vida.
Entre ambos caracteres existe una relación amor-odio de mucha intensidad e interesante. Y en un momento crucial de la obra ella le dice: “Sabes Domingo, llora quien conoció la felicidad, la perdió y no la puede alcanzar. Cuando se conoce solamente la desgracia, no se llora. Por eso nunca lloro”.
EL ELENCO Y LA DIRECCIÓN
Zulema Clares, puntal indispensable de Repertorio, en una actriz en la plenitud de sus facultades interpretativas, la fuerza que aporta al personaje de De Filippo es muestra de un gran quehacer teatral, por la intensidad que aporta a sus líneas y el aplomo y seguridad de movimientos. ¡Perfecta!.
Sandor Juan, a quien habíamos visto en varias ocasiones en relevantes papeles, aquí aporta y presenta a un Domingo Soriano, arrogante y lleno de petulancia aportando el contrapeso preciso y requerido al personaje titular. Su interpretación es descomunal y tampoco tiene descanso, porque en todo instante suceden situaciones nuevas.
Amneris Morales, a quien recientemente admiramos en “Las lágrimas se secan solas”, vuelve otra vez a trinfar con el personaje de Rosalía, el cual bordo admirablemente. Morales, es una actriz a cuerpo completo, que siempre se nos muestra de forma plácida y convincente por el intimismo que aporta a todos sus trabajos. Una verdadera primera actriz, con una creatividad insospechable.
Mario Mattei, Sandra Gummuzio, y Krystal Pou, aportan grandes dosis de gracia a sus actuaciones que contribuyen al buen resultado de la puesta.
Mario Peguero, genial y versátil como el cura, el mesero, el abogado y el costurero. Camaleónico tanto en la variedad de acentos como en lo visual de sus caracteres. Y unas especiales líneas a Gilberto Gabriel Díaz Flores, César Augusto Cova y Bryan Cortés, 3 jóvenes actores que continúan sus incursiones teatrales en ascenso logrando habernos aguado los ojos en su escena donde dicen “Si papá”.
Un aparte para esa teatrera llamada Leyma López, que en tan corto espacio de tiempo entre nosotros se ha situado en un lugar de privilegio en nuestro teatro, logrando con “Filomena Marturano, un matrimonio a la caribeña”, todo los que esperamos ver como audiencia al asistir a una representación: BUEN TEATRO.