Un chico normal busca el amor

Un chico normal busca el amor

September 17, 2023 0 By Kathy Tejada

“Un chico normal busca el amor” por Kathy Tejada
El domingo, 10 de septiembre fuimos a ver “Un Chico Normal”, en el Julia de Burgos Art Center, con dirección y dramaturgia del extraordinario Martín Chamorro. Es realmente maravilloso ver este cuerpo de actores tan bien compenetrado y tan rítmicamente acoplado que en algunos momentos viendo seis actores en escena, nos parecía estar viendo uno sólo mientras creaban imágenes y figuras expresivas y alucinantes. Y como contrapunto a esto, en otros momentos Martín Chamorro creaba con sus actores unas estampas en el escenario, usando distintos niveles y planos donde los personajes simultáneamente revelaban y ocultaban lo mas oscuro de sus personalidades.

La obra nos envuelve con un texto explícito y explosivo, que explora con una profunda humanidad la búsqueda de amor y aceptación del joven Mateo; Pablo Jesús Gatto en el personaje nos habla directamente de su proceso de salir del “clóset”. Esto lo hace de una manera desenfada, con una energía juvenil y abierta que nos empapa totalmente en el lío en el que se encuentra, y con tanta sinceridad que nos parte el corazón. Nos presenta varias versiones de su realidad, cada una mas compleja que la anterior y nos hace cuestionarrnos lo que es verdad y lo que es mentira, jugando con nuestra percepción de los hechos. Y así nos entregamos a un juego vertiginoso, algunas veces absurdo y otras veces inquietante.

Los actores con sus rostros expresivos, su flexibilidad corporal y sus extraordinarias capacidades interpretativas mantenían el juego en constante movimiento, moviendo las cajas negras que componían la escenografía como fichas en un tablero de juegos, de la cual nosotros como público éramos también partícipes.

Jandel Camilo nos dio un Activo Tapado con Lugar seguro y atlético. David Fajardo Heredia como Agustín diestramente nos entregó un personaje juguetón y encantador, con una pizca de manipulador y mucha ternura. Sonia Mera como Esperanza nos recordó a una “Flower Child” de los años 60, a lo Janis Joplin, con un trabajo corporal meticuloso. Giordano Cruz interpretó a Vicente, con una mezcla muy eficaz de padre emocionalmente ausente e irreverente. Caridad del Valle se transformó en escena espectacularmente, con movimientos sutiles e inflecciones de voz precisamente modulados la vimos desdoblarse; levantando una ceja es capaz de desatar una tormenta eléctrica.

La música a cargo del pianista, el talentoso Joel González nos ubicó en el estado anímico de los personajes y en la época con claridad y brillantez.

El vestuario, a cargo de todo el colectivo de artistas, fue muy acertado, añadiéndole a cada personaje un toque muy característico e interesante.

Con mucho arte y un toque de magia Martín Chamorro, junto a su colectivo de actores, nos hizo reír y llorar, pero al final nos sacudió hasta el tuétano con esta obra hermosamente diseñada y ejecutada.