“Los gigantes no existen” hermosa y poética. por Kathy Tejada
September 20, 2018Fecha: 18 de septiembre 2018 / Evento: 7th ICARO N.Y. (Noche de apertura) / Sala de exhibición: Instituto Cervantes NY / Moderador: Diana Vargas
“Los gigantes no existen” / Director: Chema Rodríguez / Guión: Chema Rodríguez, León Siminiani, Francisco Vargas / Música: Pablo Burgués / Cinematografía: Álvaro Rodríguez / Protagonistas: José Javier Martínez (Andrés); Patricia Orantes (María); Rafael Rojas (Pedro) Producción: co-producción Guatemala/España; Producciones Sin Un Duro (España), Atlantia Media Producciones (España), Mundo Maya (Guatemala), Dos Lunas (Guatemala), Casa Comal (Guatemala), Icónica Producciones (España)
”Los Gigantes No Existen”
(Crítica por Kathy Tejada)
Vivir en un mundo definido por el miedo y la incertidumbre no es lo que viene a la mente cuando se piensa en la niñez, sin embargo en la hermosa y poética película “Los gigantes no existen” de Chema Rodríguez, esto es precisamente lo que envuelve la vida del protagonista Andrés/Jesús. Andrés sobrevive la brutal masacre de su pueblo en Guatemala, y lo que le toca vivir después son años de cautiverio bajo el techo de uno de los paramilitares que llevaron a cabo el horripilante hecho.
La película es la historia de Jesus Tecú Osorio, y aunque está basada en un hecho real que él vivió, no es biográfica. El director Chema Rodríguez, cambió algunos elementos de la trama, algunos personajes, e incluso, algunos detalles del desenlace, pero la esencia de la historia está intacta, y quizás eso es lo mas importante. La licencia que se tomó el director con estos elementos nos transmitió el alma de esta alucinante historia eficazmente.
“Los gigantes no existen” nos presenta un mundo poblado de magia e imaginación. Andrés se aferra a un mundo de su creación y así sobrevive una existencia vacía de ternura y lazos afectivos humanos. El joven actor, José Javier Martínez, con su mirada es capaz de levantar la tapa de la mágica cajita que es el mundo infantil y nos ofrece el contenido como un regalo.
Cinematográficamente las imágenes son bellísimas, la selva, las montañas y el lago, se convierten en elementos vitales de la narración y nos invitan a adentrarnos aún más al mundo sicológico de Andrés. Las escenas de Andrés con el circo me evocaron los mejores momentos del cine de Fellini, donde lo mejor del ser humano vive en ese rinconcito del alma donde se esconden la inocencia y la pureza.
“Los gigantes no existen” combina la cruda y brutal realidad de muchos en America Latina, con la infinidad de posibilidades que sugiere la vida de un niño, y es una gran afirmación de la vida.