“Our Home on Ludlow” provocadora y atrevida

(?:Agar Garcia)

El Domingo, 25 de Junio vimos la obra “Our Home on Ludlow” de ConAlma Theater  Company, escrita y dirigida por Martín Chamorro, presentada en el Leonard Nimoy Thalia Theatre at Symphony Space. Con su obra “Our Home On Ludlow Street”, Martín Chamorro nos trae una obra, que decir que es “shocking”, es poco decir. Usa los extremos de la violencia más chocante para mostrarnos una sociedad donde la homofobia, la violencia doméstica, el racismo, el discrimen en contra de las personas discapacitadas son el pan nuestro de cada día. Generalmente asumimos que el hogar, dulce hogar, es donde más seguros nos sentimos y donde nos albergamos para escapar de los horrores de un mundo que parece incapaz de nutrirnos. Pero este hogar de la calle Ludlow, que nos presenta la obra, es más que nada, una casa embrujada llena de almas atormentadas por el dolor de lo que padecieron en vida.

El escenario hermosamente decorado nos evoca el seno de una familia calurosa y segura. Los marcos vacíos sugieren el enorme hueco de los personajes, que ansían el amor y la aceptación, que no podrían ver, aunque lo tuvieran al frente suyo. El “chandelier” colgante que baila y tiembla en algunos momentos, nos da ese elemento de inquietud e incertidumbre. El diseño de luces, a cargo de Dalia Sevilla y la composición musical de Dan Produce logran que la ambientación de la obra sea tenebrosa y poética a la vez. El diseño de vestuario, a cargo de José Ignacio Vivero, evoca la época histórica de cada familia y nos revela detalles de personalidad y condición de los personajes y nos ayuda a ubicarlos dentro de la historia, y de alguna manera, de entenderlos y empatizar con ellos.

El señor Chamorro juega hábilmente con el espacio y el tiempo al mover los miembros de estas familias por el espacio escénico. Los actores se desplazan con una certeza impecable, como los hilos de un telar artesanal, que se entrehilvanan los unos con los otros, y al final convergen, formando una alfombra llena de detalles y complejedad. A veces estos mismos actores se desplazan, convirtiendo la sala teatral en una especie de limbo o sala de espera, haciéndonos sentir que la energía de los que estuvieron antes, siempre estarán presentes.

El “casting” de la obra es muy acertado, y cada actor nos impresiona con su compromiso muy particular de traernos estas historias llenas de complejidad y dolor, y el director se aseguró de cada uno tuviera sus momentos para sobresalir.

Caridad del Valle y Valeria Llaneza nos entregan unas madres incapaces de amar a sus hijos; con gestos minuciosamente detallados, y la honestidad de sus actuaciones nos invitan a degustar de la vida interior de sus personajes de tal manera que nos dejan con los pelos de punta. En el rostro de Caridad se esboza el dolor de ese rechazo. Valeria nos refleja con cada mirada lo grotesco de esta madre que manipula y victimiza a su propio hijo.

Jandel Camilo en el personaje de Iván, traiciona a los seres que más ama de una manera tan convincente que algunos en el público se quedaron sin aliento.

Reynaldo Romero nos regala un momento poético, lleno de candor, cuando  su personaje, Ángel, finalmente ve cumplido su deseo más profundo.

David Fajardo Heredia nos demuestra que el simple gesto de clavar una puerta se puede convertir en un acto lleno de rabia y deseos de dominar; y para Andrea Meireles, mirar esa misma “puerta” es un momento lleno de desesperación y esperanza.

Ignacio González, con su personaje de Facundo nos evoca la ternura de un niño con discapacidad intelectual, que no pierde la esperanza de que su madre lo quiera algún dia. Con su varita de hacer burbujas despliega su inocencia y deseos por todas partes, para luego dejarnos estupefactos cuando su personaje da un vuelco inesperado.

La obra culmina en un crescendo de revelaciones, violencia y agonía que nos hace preguntarnos, ¿de dónde viene esa rabia y esa violencia? Si la culpa no es del individuo que la propaga, sino de la sociedad que le rodea, ¿qué podemos hacer para proteger al individuo y a esas personas que tanto ama? Pero sobre todo, ¿cómo ponerle freno a nivel global a la violencia sistémica que penetra la sociedad actual?

Felicitamos a los productores Hannibal Romero y Sharon López junto con los actores y todo el equipo de producción por traernos este trabajo tan provocador y atrevido.

(?:Agar Garcia)