La cachetada de Carmen Sevilla a Charlton Heston
April 9, 2020La cachetada de Carmen Sevilla a Charlton Heston por Manolo García Oliva
Corría el año de 1973, y los estudios españoles se vestían nuevamente de lujo con el rodaje de la producción cinematográfica: “Marco Antonio y Cleopatra”. En ella intervenía en el protagónico masculino nada más y nada menos que el mítico Moisés y Ben Hur de todos los tiempos: Charlton Heston.
Charlton fue amigo de España de siempre y de algunos personajes ibéricos como el tenista Manolo Santana, con quien practicaba el deporte blanco cada vez que pisaba la península, ademós conocedor de su gastronomía, debido a los prolongados rodajes que hizo en España en las superproducciones de Samuel Bronston: “El Cid” junto a Sophia Loren y “55 días en Pekín”, al lado de la simpar Ava Gardner.
Pues bien al iniciarse el rodaje de “Marco Antonio y Cleopatra”, toco turno a una secuencia algo romántica junto a una de las artistas más internacionales de que posee España, Carmen Sevilla que en la cinta asumía el rol de Octavia. Con la escena en producción Heston y la Sevilla, se dieron a recrear sus personajes, en esta marcaba el libreto un beso cándido, carente de toda pasión, pero de momento el actor norteamericano al parecer tuvo una subida de testosterona asentó un tremebundo ósculo con mordida y todo, al cual la actriz sevillana ripostó con un gran bofetada, acompañado de gritos e insultos verbales. Aunque posteriormente Carmen y Charlton firmaron la pipa de la paz, pero esto no hizo que la Sevilla acabara con un moretón de cuidado en uno de sus labios.
El historiador y figura cimera del cine español, Enrique Herreros, contaba en su libro de “A mi manera”, sobre personajes famosos:
“Charlton Heston, tenía fama de avaro, ganó millones y una de sus mañas más frecuentes era que siempre que invitaba a alguien a comer no se sabe cómo se las arreglaba para que el invitado pagara la dolorosa”, y así lo narra Herreros en su libro.
Charlon Heston, en el final de sus años presidió la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos, defendiendo el derecho de todo ciudadano de poseer armas de su propiedad en su casa. Esto le procuró muchos enemigos y se hizo muy notorio cuando en una reunión de dicha asociación en su discurso como presidente, cuando un asistente le preguntó sobre la abolición de dicha ley lanzó su famosa frase: “Over My Dead Body”.